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domingo, 20 de septiembre de 2009

EL DEPORTE COMO UNA FACETA MÁS EN LA EDUCACION DE LOS JUGADORES



En España solo hay en ACB una media de 4.8 jugadores españoles y un total de 371 jugadores en LEB. Eso nos da un dato del 60% del total de jugadores de esta categoría y en ACB un 39%. Esto es solo un dato, pero bastante revelador. Todo jugador que empieza a jugar y con el su entorno cree que va a terminar jugando en la elite, pues como se va el dato es bastante desalentador. Entonces creo que deberíamos a la hora de entrenar a un grupo pensar en muchos otros factores y no solamente el técnico.
Lo primero que tenemos que pensar a la hora de ser entrenadores es cuál es nuestra influencia en los jugadores que el club y a su vez a los clubes los padres nos dejan durante una hora y media tres dias a la semana. Esto nos da una responsabilidad en la educación de los jugadores que pasan por nuestras manos en los años que estamos entrenando, que a veces no pensamos lo suficiente.
A un entrenador le pedimos que tenga los máximos conocimientos técnicos y tácticos del deporte que va a enseñar (evidencia), pero pocas veces nos ponemos a pensar en los siguientes puntos y que pueden y deben ser tan importantes como los otros.
Los puntos son los siguientes:
1. Que conozca las características psicosociales más relevantes de los chicos que entrenan.
Evidentemente para el/la entrenador/a, debería ser primordial saber dónde y a quien está entrando. No es lo mismo entrenar en un colegio, que en una clase extra escolar ó en un club, en el que nos piden llegar a los más altos objetivos de la categoría que entrenemos.

Todas estas cosas nos darán una idea de las necesidades de nuestro equipo. Podemos fallar deportivamente, por no saber que tenemos que enseñar a nuestros jugadores. No solemos tener en cuenta los jugadores que se tienen. No nos paramos a pensar en su edad biológica y cronológica. Esto es esencial a la hora de entrenar un grupo, ya que solemos equivocarnos en entrenar filosofías y fundamentos en categorías equivocadas. Queda claro entonces que todos los jugadores son DIFERENTES, UNICOS e IRREPETIBLES. Esto nos obliga a que les conozcamos con máxima seriedad y en una relación muy profunda.

2. Disciplina y Educación.

La disciplina es una palabra tabú en los últimos años en todas las partes de la educación de los/as niños/as, parece que todo se puede hacer sin disciplina o al contrario que la disciplina se tiene que imponer de cualquier forma. Eso no es así, tendremos que hacer una mezcla de ambas e intentar consensuarlas.
La disciplina siempre hay que hacérsela cumplir a nuestros jugadores/as, por el bien general del equipo. Para que la disciplina surta el efecto esperado debemos ser nosotros los entrenadores los primeros en cumplirla, para dar ejemplo y así convencer a todo el grupo de su importancia. Esta es la faceta de la educación que será mas importante para ellos a los largo de su vida escolar, deportiva y profesional. LA RELACIÓN ENTRENADOR – JUGADOR SE BASA EN UN MUTUO RESPETO.


3. Un medio para conseguir personas mas :

a. Tolerantes y respetuosos.

Tenemos que conseguir que los niños/as se toleren y respeten, sean de donde sean. Da igual su forma de vestir, etnia ó aspecto físico. Aunque todo esto ya se sabe, pero normalmente cometemos el error de expresar en alto consideraciones hacia los niños que aunque inténtentemo que no sean descalificantes, seguro que en el algún momento llega a los jugadores. Estos al final acabarán usando la consideración desfavorable en contra del/la compañero/a. Debemos conseguir que entre todos se defiendan y comprendan, para que la descalificación se meta entre ellos, que no deben permitir que compañeros se metan entre ellos.

b. Afán de superación.
Todo entrenador tiene que tener afán de superación, si no sería imposible transmitirlo. Hay que conseguir que el jugador/a no se conforme con hacer lo que sabe y nada más. Con esto llegara el aburrimiento y el estancamiento del jugador/a. Hay que hacerle atractivo lo difícil, que de un paso más en su aprendizaje. Para que esto sea posible hay que combinar siempre lo que saben y lo que van a ir aprendiendo diariamente. Con esto lograremos que el/la jugador/a se sienta más confiado/a.

c. Esfuerzo.

“Todo en esta vida se consigue con esfuerzo y sacrificio”. Para que esta frase (de todos/as conocida) sea haga efectiva con nuestros/as jugadores/as, tenemos que hacer ver al jugador/a que aunque puedan jugar poco en determinados momentos, se tendrá que esforzar al máximo cada día para poder jugar más. No siempre podremos darle el premio de jugar más, aunque se esté esforzando al máximo. Cuando esto ocurra tendremos que tener “argumentos” para explicarle porque no se ha producido lo que el/la jugador/a esperaba. Debemos conocer su nivel, para así saber si se está esforzando lo suficiente. Si esto no lo vemos no estaremos siendo justos con ellos/as y perderemos “CREDIBILIDAD”

d. Cooperación.

En el baloncesto debemos enseñarles a ver que todo se realizar con cooperación.
-Tu metes la canasta por que el té ha hecho un bloqueo directo, porque yo te he hechoun bloqueo indirecto etc...
-No nos ha metido esta canasta porque tú has ayudado al que entraba al aro.
-Hemos cogido el rebote porque todos/as habéis cerrado el rebote.

Si nos damos cuenta todo es cooperación. Sin esto no conseguiremos ayudarle a que en el futuro todo lo que hagan sea en grupo y unión de todos/as.

e. Confianza.
Es importante que toda persona tenga confianza en todo lo que hace. Pero eso tenemos que fomentarlo nosotros los entrenadores. Debemos dar refuerzos positivos en todo lo que hagan bien ó medio bien e intentar minimizar lo que no hagan bien, pero deben de saber por medio de la corrección lo que hacen mal. Eso si en caso que tengamos que magnificar algo que sea lo positivo y no lo negativo.

f. Autoestima.
Lo que hagamos en el apartado de la confianza tendrá reflejo en la autoestima. Por lo general una persona que no tiene mucha confianza en lo que hace tiene la autoestima muy baja. Por eso la importancia de los refuerzos positivos en todas las edades, pero hay que poner especial “énfasis”, en las edades mas tempranas.

Todos estos puntos los tiene el baloncesto, pero llevado de una forma diferente de cómo lo llevamos a veces. Debemos de pensar más en los/as jugadores/as que en nuestros éxitos individuales. Que estos éxitos si llegan, sean conjuntamente con nuestros/as jugadores/as y no a costa de ellos/as.
4. Coherencia.
Deberemos tener coherencia con todo lo que hagamos, ya que los/as jugadores/as no lo van a pedir. No podemos decir una cosa y hacer la contraria, ellos/as están atentos a todas estas cosas y no lo recriminarán en cuanto vean que no se cumplen ó que se actúa de distinta forma con unos/as que con otros/as. Recordar que son niños/as y no cosas que se pueden manipular. Lo que ellos vean en nuestra coherencia, seguro que se les quedara grabado, en una parte importante de su desarrollo.

5. Fomentar hábitos de vida sana.
Esta bonita frase que vemos anunciada en todos los sitios, no debemos dejarlo a un lado. Por ejemplo ante la lesión de nuestro/a mejor jugador/a ¿que hacemos?. Le hacemos jugar aún cuanto el dice (o el padre) que ya está recuperado ó le esperamos a que el médico del club nos de el alta y esperemos que este/a jugador/a haya cogido la forma y no tenga posibilidades de volver a recaer. Todos en algún momento hemos hecho alguna barbaridad de esta, pero deberíamos controlarlo. A la larga esto traerá problemas físicos y mentales a nuestros jugadores.
6. Utilizar medios para fomentar la unión del grupo de jugadores/as.
Tenemos que tratar de usar todos los medios que el club o colegio nos proporcione para que los/as jugadores/as tengan cosas en común, por medio de las diferentes actividades deportivas que tendrán que compartir. Esto nos dará como resultado, que a lo mejor no van a ser más amigos, pero al tener cosas que han realizado juntos, será más fácil la convivencia.
Por ejemplo el año pasado todo, los equipos de escuela fueron a visitar la Fundación Pedro Ferrándiz, esto nos puede dar un inicio de cohesión. Este año vamos a intentar además de la Fundación Pedro Ferrándiz, el poder visitar el museo de Cosmo Caixa situado en Alcobendas. Luego dependiendo de la edad habrá diferentes formas de hacer “piña”: por ejemplo salir a comer a un burguer o algún sitio en el que todo el grupo se haya puesto de acuerdo. Puede ser un objetivo que tenía el equipo y que se ha cumplido (largo plazo), hacerlo por ganar un partido ó por la celebración de un cumpleaños.
Las CONDICIONES en las cuales el/la jugador/a entrena activamente, aprende y compite, influyen en su desarrollo, adquisición de experiencias y capacidad de análisis.

7. Hacer del deporte un medio, no un fin.

Lo importante es que logremos hacer primero personas y luego con esta premisa llegarán a ser buenos jugadores. Recordar lo que se ha dicho al principio, “una muy pequeña parte de los jugadores que se inicia en el baloncesto logra llegar a la elite”. Entonces intentemos formar jugadores que tengan mejores hábitos sociales e ideas claras con respecto a su vida sin baloncesto.

8. Usar palabras y medios adecuados a la edad que entrenamos.
Es importante que usemos expresiones y frases para dirigirnos a ellos/as, acorde a la edad del grupo que tenemos. Tenemos que tener cuidado con las expresiones para dirigirnos a nuestros jugadores/as, ya sean porque unas son altisonantes y otras son despreciativas hacia ellos/as mismos.
Primero porque según los tratemos a si nos trataran. Segundo como nosotros no respetemos a algunos/as de nuestros/as jugadores/as, entre ellos/as no se respetaran y como niños o adolescentes que son, harán uso de cualquier cosa que se puedan echar en cara, para quedar uno por encima del otro y crear malestar. Para eso tendremos que estar siempre presentes y poder corregir cualquier acción inadecuada hacia los/as compañeros/as de otros integrantes del club.
9. La importancia que tiene la observación del grupo.
Hay que ver los diferentes niveles de aprendizaje y la orientación del entrenador hacia los jugadores/as para una concreta observación del grupo. Es importante que tengamos claro ya sea por mediación de test a principio de temporada, o por medio de la visualización de los entrenamientos que nivel tienen nuestros jugadores/as.

Esto nos dará equivocarnos lo menos posible en la exigencia a los niños/as y con ello tendremos menos fracasos. Tenemos que observar cómo están nuestros jugadores/as y saber MOTIVAR al jugador/a para la formación y desarrollo del juego individual a través del juego colectivo. Un jugador motivado como de todos es sabido es más fácil para “exprimirle técnicamente”, todo lo que tiene.