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martes, 23 de noviembre de 2010

CARTA A UN EQUIPO

PERDER UNA FINAL

No culpes a otros, no te quejes de todo, porqué, fundamentalmente, tú hiciste tu vida. Acepta la responsabilidad de lo que hiciste tu mismo, y ten el valor de aceptar el fracaso, para volver a empezar intentando hacerlo mejor. El triunfo de un verdadero hombre surge de superar su error. No te quejes de tu ambiente, ni de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias no son buenas y malas según la voluntad y la fortaleza de tu corazón; tienes que convertir toda situación difícil en un arma para triunfar, en un desafío que te permita superarte y mejorar. Enfrenta la derrota con valor y acepta que de alguna manera es el resultado de tus actos, hay que hacerse cargo.

Yo creo que ganar y perder va más allá de un resultado, pero también creo que no hay intermedios, no hay grises. Todo es blanco o negro. Serás el mejor que puedas ser o no serás nada.

Por otro lado, es en el presente y no en el pasado donde esta el secreto, aquí y ahora puedes mejorar. Si mejoras el presente, lo que sucederá después también será mejor. Si quieres mejorar, siempre hay una forma de hacerlo, pero si solo lo quieres de la boca para afuera, vas a encontrar excusas, odio las excusas. Yo creo que son inteligentes como para saber que los hace mejores, pero no basta solo con saberlo, la virtud es hacerlo.

También es verdad que llegamos muy lejos, pero es necesario no relajarse nunca; los vencedores son los trabajadores y los trabajadores vencen. La ambición es el camino del éxito y el trabajo el vehículo en el que se llega. Este camino no es fácil y puede que te retrases, resiste la tentación de rendirte. El hombre no fracasa nunca, cuando no consigue su objetivo es porque ha dejado de intentarlo.

Ganamos tres partidos de playoff y estamos en la final. En este momento te sientes absolutamente feliz. Nadie puede sentirse más glorioso que tu. Te acuerdas de cada tiro, cada defensa, cada lucha y todo el camino que recorriste para llegar a este momento, la voluntad de querer ganar que no te deja dormir. Vas dejando por el camino salidas con los amigos, tiempo con la familia, horas de trabajo y sacrificio para ser el mejor. Por eso cuando suena la chicharra y ganas la semifinal, eres él más feliz. Como de igual manera te sientes el ser más desgraciado cuando creías alcanzar la victoria y pierdes la final. En ese momento quieres abandonarlo todo. Y estas toda la semana que no hay quien te aguante, te muerdes la boca para no insultar a todos los que te felicitan o te hacen acordar de tu mala suerte...

No es solo ganar o perder, todo o nada, hay que valorar todo el esfuerzo y el trabajo realizado. Éxito es paz mental, la cual es el resultado de estar seguro de haber hecho todo de lo que eras capaz. En las malas se ve de que esta echo cada uno, odio a los jugadores que ante un tropiezo se rinden, no hacer nada es más fácil que actuar.

Yo estoy orgulloso de cada uno de vosotros, porque, mas allá de tu talento, de tu inteligencia, cada uno dejo el corazón en la cancha e hizo todo lo que podía. Esto no se enseña y esta en el interior de cada uno.

Creo que más allá del resultado sois ganadores, en experiencias y sensaciones que van a mejorar su actitud, y que los van ha ayudar y no olvidaran en todo lo que hagan en sus vidas.

No te olvides: “el perdedor nunca gana, el ganador nunca se rinde”.

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